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El segundo programa de Maestros de la Costura no ha hecho más que ir en aumento. Si ya durante su estreno no dejó puntada sin hilo, en esta ocasión ha dejado bien claro que lo tiene todo bien confeccionado.

Novedades, visitas sorpresa y sobre todo momentazos es todo lo que nos ha dejado la nueva gala del talent show. El programa se iniciaba con una prueba en la que los concursantes tenían que diseñar una falda con tablillas, para ello varias modelos desfilaron para servir de inspiración a los aspirantes.

Visita sorpresa

La modista Elena Benarroch, conocida por sus diseños de piel, acudió al taller para dar sus consejos a los futuros costureros y de paso valorar las prendas realizadas.

Para el jurado, la mejor falda fue la cosida por Luisa. Al ganar la prueba, liderará a uno de los equipos en la prueba de exteriores. En el lado opuesto se sitúa Anna que se coloca contra las cuerdas al ser la peor valorada, aunque capitaneará el otro equipo que se enfrentará al de Luisa.

Primeras tensiones

La marca de moda Mirto, ha sido el lugar escogido para llevar a cabo la segunda prueba del programa. Los aspirantes divididos en dos equipos (naranja y verde), han tenido que coser una camisa inspirada en la famosa marca.

La prueba de exteriores por equipos, cerca de representar compañerismo y unión, ha dejado patente las rencillas que tienen algunos de ellos. Eduardo durante una conversación con Lorenzo Caprile, no ha dudado en criticar a su compañera Alicia. A su vez, el veterano del jurado ha querido llamar la atención a Jaime por su actitud. Es en ese momento cuando hemos podido escuchar una autocrítica del diseñador, confesando que el ego le ha llevado a cometer errores en su carrera.

La estilista y jurado de Cámbiame, Fiona Ferrer, se acercó a Mirto para valorar los resultados de las camisas confeccionadas por los concursantes.

Junto a Caprile, María Escoté y Palomo Spain dio su opinión sobre las camisas. El equipo verde capitaneado por Luisa, fue proclamado vencedor.

Por tanto, el equipo naranja tendría que jugarse su permanencia en la prueba de eliminación. Lo mismo le ocurrió a Luisa, que aunque ganó, no gustó su manera de liderar y la sancionaron.

Entra en juego el comodín

Llega el momento de la última fase de la gala, la prueba de eliminación. Los concursantes del equipo naranja se enfrenta a una novedad, pujar por el producto con el que van a luchar por salvarse. La mecánica es simple, todos cuentan con 90 minutos para conseguir la subasta. Lo que se gasten en el producto que adquieran, será minutos que se le resten para realizar su diseño de cara a la expulsión.

Pero las novedades no acaban aquí, Raquel Sánchez Silva les tenía preparados una sorpresa. Se trata del imperdible dorado, una ayuda al concursante a través de un compañero salvado para utilizar solamente durante una única prueba a lo largo de todo su paso por el concurso. Eso sí, no todos pueden usarla a la vez. En cada programa, habrá uno disponible para el primero que lo pida durante la prueba de eliminación.

Esta vez el que se lo llevo fue Vicente, que tras quedarse sólo con 25 minutos para realizar su diseño, solicitó la ayuda de diez minutos a su hermano Sergio. De esta forma pudo acabar su customización y seguir una semana más.

La última prueba consistía en customizar un mono con el producto conseguido en la puja. Mahi fue la mejor, consiguiendo sorprender al jurado.

Anna, Vanessa y Luisa serían las que menos convencieran y entre ellas estaba la expulsión.

Finalmente, Vanessa fue la segunda eliminada de Maestros de la Costura.