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Los concursantes encuentran la inspiración

Los aprendices deberán confeccionar un hábito para las monjas de la Venerable Hermandad del Refugio y la Caridad, que se fundó en Granada a principios del siglo XVI y que desde entonces se ocupa de mujeres desfavorecidas. La madre superiora Rosa de las dominicas de nuestra Señora de Nazareth en Granada les mostrará los acabados tan profesionales de su hábito, que consta de túnica, escapulario, esclavina y toca. Los seis mejores se donarán a este convento. Además, el aprendiz que destaque en esta prueba conseguirá el alfiler de oro, que le dará la inmunidad y no podrá ser expulsado esta semana.

Entran en juego los relevos

Los aspirantes tendrán la oportunidad de perderse en las salas de diseño y patronaje de Intropia, una de las firmas madrileñas con más carácter, que está presente en 40 países. Desde que se fundó, en 1994, son famosos sus rastrillos solidarios con los que colaboran con ONG nacionales e internacionales. Como si estuvieran en uno de ellos, a partir de cuatro prendas de otras temporadas confeccionarán un vestido que pudiera incluirse en su próxima colección. Pero no trabajarán todos a la vez, lo harán por relevos. Constan Hernández, presidente y director creativo de Intropia, estará muy pendiente del resultado junto a la modelo Estefanía Luyk.

El arte flamenco llega al taller 

En la última prueba de la noche, coserán un vestido de inspiración flamenca, a medida, donde los volantes deben ser el elemento principal. Vicky Martín Berrocal, empresaria y diseñadora de moda, llevará uno de sus diseños para que les sirva de base. En una hora y media, elegirán la tela y confeccionarán un vestido de corte sirena y volantes a medida para una modelo. ¿Quién dirá adiós a su sueño de ser el primer Maestro de la Costura de España?